Todos los pueblos y países del mundo se caracterizan por poseer una
cultura y maneras de vivir propias que han sido transmitidas de generación en
generación, que le dan sus rasgos únicos a ese pueblo. Sin embargo el ultimo
siglo, se ha mostrado una elevada tendencia a la transculturización o cambio en
los valores propios de los pueblos,
causado por el proceso modernizador y globalizador que se ha experimentado en
el ultimo siglo, por el cual una cultura
y manera de vida se ha impuesto sobre otras estableciéndose como la manera
ideal de vivir. En la actualidad es el caso de la cultura de consumo
anglosajona, que ha logrado exportar su cultura a un numero sin precedente de
personas y territorios, debido al acceso que ahora existe a todo el territorio
terrestre y al gran numero de pueblos que han surgido en los últimos siglos,
especialmente en latinoamerica.
La
región Latinoamericana siempre se ha caracterizado por ser importadora de
cultura, desde su independencia, con una fuerte cultura Española dejada atrás
por los conquistadores. Posteriormente la cultura europea toma un auge en la
región, traída por su belleza estética e ideales burgueses, dándose con mayor
intensidad en ciertas regiones. Ahora
vemos cómo los ideales del capitalismo invaden nuestras tierras, una cultura
donde todo puede ser comprado y vendido, incluso el tiempo, donde todo se reduce
a simples cifras y las interacciones entre personas quedan reducidas a la
actividad comercial y los espacios de interacción se reducen a los centros
comerciales. Esta nueva cultura nos invade debido a las presiones de la nueva
economía global, y es sin duda controlado por Estados Unidos, país que nunca ha
dejado de lado sus ambiciones de controlar toda la región americana y controlar
el flujo de los recursos mundiales.
Venezuela
no escapa de este esquema, país que desde principios del siglo 20 ha empezado a
generar capitales para propulsar esta evolución, gracias a la renta que le da
el petróleo. Ello lo podemos evidenciar claramente en la ciudad de Caracas,
ciudad donde los ciudadanos son bombardeados con ideales de consumo por la
publicidad y los medios, y que se encuentra constantemente atrayendo a personas
de todo el país hipnotizadas por estos ideales. La ciudad de Caracas ya ha
perdido casi todo su aspecto colonial, y en las avenidas de claro estilo
europeo que aun se observan, se encuentran a poca distancia de los cordones de
pobreza de la gente que viene a esta ciudad en busca de mayores posibilidades
de consumo de bienes y servicios. Ahora la ciudad se encuentra abarrotada de
antenas de Direct Tv, McDonald’s, centros comerciales y publicidad, para
responder a todas las necesidades de consumo de la población, y es así como
este es el país con el mayor índice de celulares BlackBerry del mundo, y sin
uno de ellos una persona puede sentirse incompleta, dando todo lo necesario
para tener uno, ejemplo de la presión que pueden ejercer los medios y la
cultura.
A
pesar de que esta nueva cultura de consumo ha aumentado la capacidad productiva
del país y ha dado ha muchas personas la capacidad de surgir y crecer, también
es la causa que ha llevado a las ciudades a un estado de caos continuo movido
por el deseo de poseer más, formándose así embotellamiento, contaminación y desigualdad
social que ahora amenazan a nuestra ciudad. Hay que tener en cuenta que esta es
una cultura de consumo desarrollada para un pueblo que percibe enormes ingresos
y que además tiene una gran clase media, que es Estados Unidos, y al comparar
los 4000$ que puede estar ganando mensualmente una persona en este país, es
suficiente para satisfacerles en este tipo de cultura, pero al ver los 800$
mensuales que es en promedio la ganancia mensual en Venezuela, es insuficiente
para la satisfacción de la población, pero los medios y la publicidad nos
incitan a que necesitamos más, llevando a la población a un estado de
disconformidad en el que no alcanzan la autosatisfacción, pero son incitados a
vivir en las ciudades en cualquier condición posible para algún día poder
poseer más, lo cual lleva al crimen y al robo para poder suplir estas
necesidades, y se observa como se construyen más complejos habitacionales en la
ciudad que algún día estarán repletos de más personas deseosas de
consumir. Caracas se ha
convertido en una ciudad de sueños que siempre quiere más y es controlada por
los medios, que dirigen y controla la opinión pública de manera de sacar el
mayor provecho posible de la población.
Un
ciudadano de esta ciudad puede llegar a sentirse perdido y desorientado en una
ciudad como esta en la cual la mayoría de los espacios ya no responden a lo que
antiguamente fueron, sino a aspectos empresariales y de consumo, donde los grandes
edificios solo son una parte más de la invasión en nuestro país y responden a
imaginarios con los que un ciudadano no es capaz de identificarse. El consumo
multicultural no es el problema, lo es el hecho de que todo sea de otra
cultura, se requiere un equilibrio entre este nuevo imaginario que ingresa a
nuestro país y nuestros propios valores nacionales, es necesario una mayor
pertenencia a los valores de nuestros país y a conocer que esta vida de consumo
no fue diseñado para nosotros, se tiene que reconocer que los medios nos
incitan a tener los deseos de alguien más que no son los propios deseos, al
tener todo esto en cuenta, necesitamos alcanzar una nueva cultura propia, en la
cual podamos balancear lo que realmente necesitamos y deseamos con nuestra realidad
nacional, y construir un país en el cual podamos sentir que realmente somos
parte de él y que nos pertenece.
Caracas
es, sin lugar a duda, amenazada por influencias externan que la transforman y
alteran, sin embargo, la mayor amenaza es la nueva tendencia existente de
migrar a espacios virtuales. Ya sea por
mido al caos de la ciudad, por placer o simple preferencia de estos espacios,
la realidad es que la gente esta migrando a estos espacios, encerrados es sus
casas donde la sensación de seguridad y tranquilidad son optimas, las personas
entran de lleno en este espacio, perdiendo así toda pertenencia por lo urbano y
lo local, formando a ser parte de una nueva cultura, un nuevo mundo conocido
como “la red”, que existe entre el limbo de lo real y lo imaginario y es
carente de toda pertenencia y estructura, donde son las ideas y los gustos
comunes lo que unen a las personas y no el espacio. Este nuevo urbanismo
virtual, totalmente desterritorializado, es respuesta a la falta de pertenencia
de los ciudadanos a la ciudad y su caos, donde estos intentan sentirse que
pertenecen a algo, así sea con las ideas o gustos de las comunidades de la red.
Caracas
y en general toda Venezuela, tiene la increíble característica de ser un
pueblos realmente unido, donde no existe discriminación por sexo, color o raza,
y es parte de lo que somos los venezolanos, vivimos todos juntos y mezclados
sin importancia. Debemos de aprovecha esta unión que tenemos para hacer de
Caracas un foco económico en el continente, en esta economía globalizadora de
la cual es imposible escapar. Ello llevaría a aumentar las posibilidades de
empleo y la calidad de vida de sus habitantes. Una mejora en la calidad de vida
combinada con políticas sociales, es lo que permitiría una mayor satisfacción a
los ciudadanos y disminuiría el miedo que sienten algunos, haciendo que las
personas se sientan más seguras y confiadas en caracas permitiéndoles sentir el
deseo de querer formar parte de Caracas, y regresando el sentido de pertenencia
los ciudadanos.
La
política es un factor crucial en este proceso, puesto que es el poder
gubernamental el que tiene la capacidad de llevar esto a cabo y dar el
sentimiento de seguridad que se requiere,
de allí que cuando se observa una actividad publica tan simple como puede
ser una patinata, que al estar custodiada por efectivos policiales o militares,
asiste gente que de otra manera no asistiría al lugar. Es necesario que
nosotros, en nuestra calidad de ciudadanos, exijamos los cambios y las
políticas requeridas para crear una Caracas de la cual todos podamos participar
y pertenecer.
(Por problemas con el blog, no se pudieron subir las imágenes el siguiente ensayo)
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