Todos los caraqueños hemos pasado por días de caos en
la ciudad, perdiendo gran cantidad de tiempo, por estar atascados en el tráfico
durante horas o por el deficiente transporte público, cuando decimos
deficiente nos referimos a retrasos en los horarios, insuficiente cobertura de
la ciudad y corta flota de autobuses. Sin embargo, podemos decir que estamos
“entrenados” para “sobrellevar” todas esas situaciones y enfrentar cualquier
otro obstáculo que se presente,
impidiéndonos llegar a nuestro destino. Podemos decir que el caraqueño, y el
venezolano en general, es perseverante y busca la manera de llegar al destino
para cumplir con sus responsabilidades a pesar del colapso vial y la deficiencia del transporte público.
Con el boom petrolero, Venezuela, pasó a tener
relevancia en el ámbito internacional y llegó a ser un destino atractivo para
extranjeros que buscaban oportunidades de trabajo provenientes tanto de Europa,
quienes escapaban de las guerras, como de los países vecinos Argentina, Chile,
Uruguay, entre otros, quienes se encontraban sometidos bajo regímenes
dictatoriales. Caracas pasó a ser un lugar donde los venezolanos de todos los
rincones del país y extranjeros emigraban en búsqueda de nuevas oportunidades, por
lo que pasa de ser una ciudad colonial a una ciudad moderna en tan solo tres
décadas, creciendo de forma exponencial.
Esta ciudad se expandió geográficamente, y durante los
años 60 y 70 contó con importantes
inversiones en infraestructura, pero que no se continuaron en el tiempo y la
ciudad comenzó a estancarse a finales del siglo XX, llegando a colapsar por la
falta de inversión en este ámbito pero siguió
creciendo con un déficit de capital necesario para urbanizar las nuevas áreas residenciales con sus
respectivos servicios para así atender la presión que ejercía la población que
continuaba llegando a la ciudad y a su propio
crecimiento interno.
Entonces, nos encontramos ahora en una ciudad de
poca infraestructura y gran cantidad de habitantes, donde la falta de inversión
en el sistema vial y la ausencia de un sistema de transporte superficial integrado
y articulado con el sistema de Metro de Caracas, es lo que ha incidido significativamente
en el colapso diario, especialmente en el sureste, en donde se han construido
el mayor número de urbanizaciones residenciales, centros comerciales,
financieros y empresariales así como de servicios industriales, en el que los
ciudadanos, muchos de ellos provenientes del oeste y el centro de la ciudad
migran hacia el Este buscando mayor seguridad y calidad de servicios, como es
el caso de todos los desarrollos que se han ejecutado a lo largo del Eje Chacaíto-Petare.
Tomando como ejemplo
el sector de Chacaíto, el cual sirve como conexión entre gran parte de
las zonas residenciales y las zonas laborales,
se ve cómo a ciertas horas, específicamente en los días laborables, el volumen
de carros y personas transeúntes de esta zona supera los límites que la
infraestructura vial puede manejar provocando así el caos del que hemos
hablado. Para demostrar lo anterior, revisamos las rutas establecida por uno de
los servicios de transporte público, el Metro Bus Transmetropoli, y nos damos cuenta como 7 de
sus 12 rutas parten del sector de Chacaíto.
Es cierto que el problema de caos y tráfico no son
solo característicos de países subdesarrollados. En las grandes ciudades como
París, Nueva York, Londres, Roma también existe este problema con el tráfico en
el que a ciertas horas, “hora pico”, es imposible transitar. Con todo y esto,
el transporte público que incluye autobuses, metro, tranvías cumplen con lo
horarios establecidos. Es decir, que éste ha logrado desarrollarse de tal modo
que a pesar de posibles incidentes como lo son choques o retrasos en la vía, no
impide que estos lleguen a su destino a tiempo. Mientras que en los países
subdesarrollados el caos es también influenciado por la falta de organización
de estos que les permitiría ser puntuales.
Es decir, es necesario que las autoridades locales y
nacionales con competencia en la materia vial y de transporte logren mejorar este servicio
público articulando las rutas existentes con las rutas de Metro Bus y el
sistema subterráneo para mejorar y ampliar dichos servicios y así lograr disminuir el uso de vehículos privados,
pues la solución al problema no solo está en la construcción de mayor número de
vías, que sin duda son necesarias en muchos casos y sectores de la ciudad, pero
que requieren de inversiones muy elevadas y que serían ejecutables a mediano o
largo plazo, sino, como ya hemos dicho anteriormente, en mejorar el trasporte
público, solución que sí es ejecutable a corto plazo.
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