La naturaleza trajo consigo algo que benefició
considerablemente a Venezuela, y esto fue el petróleo. La actividad petrolera fue un proceso de transición que
afectó a todas las estructuras de la sociedad venezolana y adquirió una gran
influencia en la parte económica, política y social del país. Esto trajo
consigo, que poco a poco Venezuela se fuera transformando de un país pobre a un
país modernizado, ya que muchas personas que vivían en las zonas
aledañas se desplazaran a las ciudades, debido a que existían mayores fuentes
de trabajo que les brindara más equilibrio en la economía de su hogar,
ocasionando así que esas ciudades industrializadas de Venezuela fueran poco a
poco convirtiéndose en ciudades modernas.
Estas ciudades modernas trajeron
como resultado mayor densidad de
población a la que existía hace muchos años atrás. En consecuencia de
esto, los venezolanos han transformado su sitio para vivir, en una competencia
de edificaciones cada vez más sofisticadas perdiéndose cada vez más la armonía
arquitectónica y humana de la ciudad. Sumado a esto, la inseguridad en las
ciudades no sólo ha motivado a no frecuentar ciertos espacios, sino que también
por temor a ser asaltados, secuestrados o agredidos las personas se han
ocultado en sus espacios privados para resguardar su seguridad. Esto se
intensifica cada día más y es por ello que los venezolanos van a diferentes sitios
de recreación cerrados sin tener ningún contacto con la naturaleza.
La modernización a través de las construcciones
arquitectónicas de las ciudades ha ido opacando poco a poco la identidad del
venezolano despojándolos de sus valores culturales y ocasionando así que su
cultura fuera sustituida por una ajena a sus principios ya establecidos. Ya que
cada vez convivimos menos con nuestros vecinos y ciudadanos. Pareciera que poco
a poco nos estuviera molestando estar en espacios abiertos con personas ajenas
a nuestros círculos más cercanos paradójicamente nos agrada estar confinados en
un centro comercial comprando e incluso solo paseando entre la gente. Este
fenómeno puede deberse a que nos parece que en un parque, paseo, monumentos
naturales estamos más expuestos a que nos asalten y nos roben o incluso salir
mal heridos.
En general, creemos que la “vigilancia” cercana de
tanta gente en un centro comercial va a protegernos de que un antisocial nos arruine la salida de
esparcimiento. Y es por ello que los venezolanos ya no disfrutan de un área
común como puede ser un parque nacional como el “Parque Nacional Los Chorros”
debido al deterioro que existe en la sociedad gracias a la inseguridad. Este
Parque Nacional Los Chorros, “era un suburbio muy frecuentado por lo atractivo
de su paisaje mixto, clima fresco y los baños en pozos y quebradas que se
consideraban excelentes para la salud, permitiéndoles a los caraqueños de la
época disfrutar de las maravillas de la vida de campo” (http://www.inparques.gob.ve).
Además de esto, existe otro factor que influye en la
poca visita de estos diferentes sitios de entretenimiento naturales. Y es
debido a que en las ciudades las personas han desarrollado a través de la
modernidad ciertas características que los hacen ver hoy en día como personas mercantilistas, y han dejado de frecuentar los
parques por la inseguridad que existe en cada uno de ellos. Por consiguiente,
las personas se han dedicado a recorrer tiendas y demás cosas que existen en
los centros comerciales. Y esto es lo que le llama el autor J.V. López del
texto de Julio Ramos, “La flanería la cual es un modo de entretenimiento
distintivo de esas ciudades finiseculares, sometidas a una intensa
mercantilización que además de erigir el trabajo productivo y la eficiencia en
valores supremos, instituyó el espectáculo del consumo como un nuevo modo de
diversión.” Esto, a su vez, ha provocado que las personas sean altamente
consumidoras a tal punto que visualicen un objeto y este mismo les produzca
placer estético e incluso erótico.
Cabe destacar que los Parques Nacionales juegan un
papel importante en cada una de las grandes “urbes” ya que sin ellos estaríamos
expuestos a muchos cambios en nuestra atmosfera. Debido a que su vegetación,
bosques entre otras cosas ayuda a atenuar el fenómeno llamado “Calentamiento
Global”, causado principalmente por la quema de combustibles, la desforestación
de los bosques y la sobrepoblación. Esta sobrepoblación está afectando a los
terrenos de los parques ya que como no hay en existencia viviendas dignas las
personas invaden los terrenos que pertenecen a los Parques Nacionales debido a la
crisis económica que existen en el país.
Según García Canclini "Para que la globalización
de la vida urbana se afiance y sea más que simples negocios inmobiliarios,
financieros y mediáticos, sería necesario que se replantearan las relaciones de
la política cultural con la esfera pública y con la ciudadanía. Si las
tradiciones artísticas y artesanales, los museos y los barrios históricos,
llegaran a formar parte de un proyecto de desarrollo urbano (y nacional) junto
con los sistemas avanzados de comunicación e informática, serían otras las
posibilidades de intervenir en los problemas de desintegración y desigualdad.
Quizá cambiaría la imagen y la competitividad de la ciudad (y de cada país) en
el exterior”. Finalmente hay que resaltar que los Parques Nacionales existen en
cualquier parte de Venezuela no nada más para que los venezolanos disfruten de
un día diferente para salir de la rutina de todos los días, sino también para
que protejan a la atmosfera donde existe cada ser vivo (animales, seres
humanos, entre otros). Hay que tomar en cuenta que las personas tienen la
responsabilidad de cuidar los Parques porque a pesar que estén protegidos por
las leyes de Venezuela han sido abusados por la mano humana.
(Por problemas en el blog no se han podido subir
las imágenes del siguiente ensayo)
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