lunes, 16 de julio de 2012

Ensayo por Cargil Cedeño




La naturaleza trajo consigo algo que benefició considerablemente a Venezuela, y esto fue el petróleo. La actividad petrolera fue un proceso de transición que afectó a todas las estructuras de la sociedad venezolana y adquirió una gran influencia en la parte económica, política y social del país. Esto trajo consigo, que poco a poco Venezuela se fuera transformando de un país pobre a un país modernizado, ya que muchas personas que vivían en las zonas aledañas se desplazaran a las ciudades, debido a que existían mayores fuentes de trabajo que les brindara más equilibrio en la economía de su hogar, ocasionando así que esas ciudades industrializadas de Venezuela fueran poco a poco convirtiéndose en ciudades modernas.
            Estas ciudades modernas trajeron como resultado mayor densidad de  población a la que existía hace muchos años atrás. En consecuencia de esto, los venezolanos han transformado su sitio para vivir, en una competencia de edificaciones cada vez más sofisticadas perdiéndose cada vez más la armonía arquitectónica y humana de la ciudad. Sumado a esto, la inseguridad en las ciudades no sólo ha motivado a no frecuentar ciertos espacios, sino que también por temor a ser asaltados, secuestrados o agredidos las personas se han ocultado en sus espacios privados para resguardar su seguridad. Esto se intensifica cada día más y es por ello que los venezolanos van a diferentes sitios de recreación cerrados sin tener ningún contacto con la naturaleza.

La modernización a través de las construcciones arquitectónicas de las ciudades ha ido opacando poco a poco la identidad del venezolano despojándolos de sus valores culturales y ocasionando así que su cultura fuera sustituida por una ajena a sus principios ya establecidos. Ya que cada vez convivimos menos con nuestros vecinos y ciudadanos. Pareciera que poco a poco nos estuviera molestando estar en espacios abiertos con personas ajenas a nuestros círculos más cercanos paradójicamente nos agrada estar confinados en un centro comercial comprando e incluso solo paseando entre la gente. Este fenómeno puede deberse a que nos parece que en un parque, paseo, monumentos naturales estamos más expuestos a que nos asalten y nos roben o incluso salir mal heridos.

En general, creemos que la “vigilancia” cercana de tanta gente en un centro comercial va a protegernos  de que un antisocial nos arruine la salida de esparcimiento. Y es por ello que los venezolanos ya no disfrutan de un área común como puede ser un parque nacional como el “Parque Nacional Los Chorros” debido al deterioro que existe en la sociedad gracias a la inseguridad. Este Parque Nacional Los Chorros, “era un suburbio muy frecuentado por lo atractivo de su paisaje mixto, clima fresco y los baños en pozos y quebradas que se consideraban excelentes para la salud, permitiéndoles a los caraqueños de la época disfrutar de las maravillas de la vida de campo” (http://www.inparques.gob.ve).

Además de esto, existe otro factor que influye en la poca visita de estos diferentes sitios de entretenimiento naturales. Y es debido a que en las ciudades las personas han desarrollado a través de la modernidad ciertas características que los hacen ver hoy en día como personas  mercantilistas, y han dejado de frecuentar los parques por la inseguridad que existe en cada uno de ellos. Por consiguiente, las personas se han dedicado a recorrer tiendas y demás cosas que existen en los centros comerciales. Y esto es lo que le llama el autor J.V. López del texto de Julio Ramos, “La flanería la cual es un modo de entretenimiento distintivo de esas ciudades finiseculares, sometidas a una intensa mercantilización que además de erigir el trabajo productivo y la eficiencia en valores supremos, instituyó el espectáculo del consumo como un nuevo modo de diversión.” Esto, a su vez, ha provocado que las personas sean altamente consumidoras a tal punto que visualicen un objeto y este mismo les produzca placer estético e incluso erótico.

Cabe destacar que los Parques Nacionales juegan un papel importante en cada una de las grandes “urbes” ya que sin ellos estaríamos expuestos a muchos cambios en nuestra atmosfera. Debido a que su vegetación, bosques entre otras cosas ayuda a atenuar el fenómeno llamado “Calentamiento Global”, causado principalmente por la quema de combustibles, la desforestación de los bosques y la sobrepoblación. Esta sobrepoblación está afectando a los terrenos de los parques ya que como no hay en existencia viviendas dignas las personas invaden los terrenos que pertenecen a los Parques Nacionales debido a la crisis económica que existen en el país.

Según García Canclini "Para que la globalización de la vida urbana se afiance y sea más que simples negocios inmobiliarios, financieros y mediáticos, sería necesario que se replantearan las relaciones de la política cultural con la esfera pública y con la ciudadanía. Si las tradiciones artísticas y artesanales, los museos y los barrios históricos, llegaran a formar parte de un proyecto de desarrollo urbano (y nacional) junto con los sistemas avanzados de comunicación e informática, serían otras las posibilidades de intervenir en los problemas de desintegración y desigualdad. Quizá cambiaría la imagen y la competitividad de la ciudad (y de cada país) en el exterior”. Finalmente hay que resaltar que los Parques Nacionales existen en cualquier parte de Venezuela no nada más para que los venezolanos disfruten de un día diferente para salir de la rutina de todos los días, sino también para que protejan a la atmosfera donde existe cada ser vivo (animales, seres humanos, entre otros). Hay que tomar en cuenta que las personas tienen la responsabilidad de cuidar los Parques porque a pesar que estén protegidos por las leyes de Venezuela han sido abusados por la mano humana.



(Por  problemas en el blog no se han podido subir las imágenes del siguiente ensayo)


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